El patrimonio cinematográfico español es realmente rico, aunque en ocasiones queda eclipsado por las grandes superproducciones estadounidenses y, quizás más importante, por la falta de una estrecha y coordinada difusión desde distintos organismos y centros educativos. Esto hace que las películas no lleguen (de la forma que gustaría a la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España) a esa población joven en periodo estudiantil para ayudar a comprender el trayecto histórico y estético del cine español.
Via Gumersindo Fernández